Crisis en el Mar Rojo: El caos de los contenedores en temporada alta

Nelson CabreraEcommerce, Envíos marítimos, Exportaciones, Guia de Envíos, Importación, Logística y Envíos, Noticias de la industriaLeave a Comment

¿Tiene un plan de contenedores?

En el panorama en constante evolución de la logística y el transporte marítimo mundial, los recientes retos planteados por la crisis del Mar Rojo han provocado una reevaluación de las estrategias, especialmente a medida que el sector se acerca a su temporada alta. Con las interrupciones que alteran las rutas tradicionales, los profesionales de la logística se enfrentan a un aumento de los tiempos de tránsito, a la fluctuación de las tarifas de flete y a la cuestión crítica de la disponibilidad de contenedores. Este artículo explora las múltiples implicaciones de estos retos para la industria logística, ofreciendo ideas y estrategias para mitigar los impactos y mantener las operaciones de manera efectiva. Al comprender estas dinámicas, las empresas pueden prepararse mejor para las incertidumbres de la temporada alta y más allá.

Entender la crisis: Implicaciones para la disponibilidad de contenedores

Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia estratégica del Mar Rojo como ruta marítima. Es un conducto vital para el comercio internacional, especialmente entre Europa, Asia y América. La reciente crisis y el consiguiente desvío de las rutas marítimas en torno a esta región crucial han perturbado considerablemente el flujo habitual de mercancías, con implicaciones de gran alcance para la industria logística mundial. Estas perturbaciones han prolongado los tiempos de tránsito y han precipitado un efecto dominó que afecta a la disponibilidad de contenedores, las tarifas de flete y, en última instancia, la eficiencia de la cadena mundial de suministro.

Ampliación de los tiempos de tránsito y aumento de las millas TEU

El desvío ha provocado un aumento medio de los tiempos de tránsito de varios días o semanas, dependiendo de las rutas y destinos específicos. Por ejemplo, los viajes que antes pasaban por el Canal de Suez ahora toman rutas más largas alrededor del Cabo de Buena Esperanza o a través de corredores marítimos alternativos, lo que añade un kilometraje considerable a sus trayectos. Este desvío se ha traducido en un aumento del 16% de las millas mundiales en unidades equivalentes a veinte pies (TEU), una medida estándar de la capacidad de carga de un buque. Para ponerlo en perspectiva, si antes la flota mundial recorría 100 millones de millas TEU para entregar el mismo volumen de carga, ahora tiene que recorrer 116 millones de millas TEU para la misma tarea, lo que impone una presión significativa sobre la capacidad disponible y la eficiencia operativa.

Impacto en la disponibilidad de contenedores

El tiempo prolongado que pasan los contenedores en tránsito afecta directamente a su índice de rotación, ya que ralentiza el ciclo de vaciado y rellenado con nueva carga. Esta ralentización es crítica durante las temporadas altas, cuando se dispara la demanda de transporte en contenedores. Para los gestores logísticos, esto significa tener que enfrentarse al reto de conseguir suficientes contenedores para cumplir sus calendarios de envíos, sobre todo para las importaciones a Estados Unidos, donde la demanda sigue siendo fuerte.

Como la duración media de los viajes en contenedor ha aumentado, los contenedores están ahora en tránsito durante periodos más prolongados. Esta situación agrava el ya acuciante problema de la escasez de contenedores que se experimenta en diversas partes del mundo. Antes de la crisis, la cadena de suministro mundial ya estaba sometida a tensiones debido a las fluctuaciones de la demanda inducidas por la pandemia y a los desequilibrios de la oferta. La actual prolongación de los tiempos de tránsito estrecha aún más la disponibilidad de contenedores, obligando a los gestores logísticos a buscar estrategias alternativas para asegurarse de que disponen de la capacidad necesaria para su carga.

Estrategias para mitigar el impacto

Para combatir estos retos, los responsables de logística están adoptando varias estrategias, entre ellas:

  1. Reserva y planificación anticipadas: Las empresas planifican sus envíos con mucha antelación para asegurarse espacio en los contenedores, y algunas optan por reservar espacio hasta varios meses antes de la fecha de envío deseada.
  2. Diversificación de las rutas de la cadena de suministro: Las empresas están explorando rutas y puertos alternativos para evitar las zonas congestionadas o problemáticas, aunque ello suponga incurrir en costes más elevados o tiempos de tránsito más largos a corto plazo.
  3. Utilización de distintos tipos de contenedores: Algunos cargadores están utilizando tamaños de contenedor no estándar (como contenedores de 45 pies) que pueden estar más fácilmente disponibles, aunque a costos potencialmente más altos, para mitigar la escasez.
  4. Inversión en activos de contenedores: Algunos grandes transportistas también están invirtiendo en sus propias flotas de contenedores para reducir la dependencia de la disponibilidad de equipos.

Fluctuaciones de las tarifas de flete

La crisis del Mar Rojo ha perturbado las rutas marítimas tradicionales y ejercido una presión al alza sobre los fletes a escala mundial. Afecta especialmente a los envíos desde Extremo Oriente a Estados Unidos. Así pues, conviene explorar la dinámica que subyace a estas fluctuaciones, sus implicaciones para los gestores logísticos y las estrategias para navegar con eficacia en este entorno volátil.

Dinámica del aumento de los fletes

Varios factores influyen en las tarifas de flete, como la dinámica de la oferta y la demanda, los precios del combustible y los acontecimientos geopolíticos. El desvío de las rutas marítimas debido a la crisis del Mar Rojo ha supuesto costes operativos adicionales para los transportistas: rutas más largas implican un mayor consumo de combustible, un mayor desgaste de los buques y un mayor uso de los recursos de la tripulación. Además, los tiempos de tránsito más largos reducen la tasa de rotación de buques y contenedores, lo que reduce la oferta de capacidad de transporte marítimo disponible.

En las semanas y meses siguientes al inicio de la crisis, los fletes desde Extremo Oriente a las costas este y oeste de Estados Unidos se han disparado. Por ejemplo, las tarifas han experimentado aumentos superiores al 145,5% para los destinos de la Costa Este e incluso superiores, del 186,2%, para los puertos de la Costa Oeste. Este repunte refleja el impacto inmediato de la reducción de la capacidad de transporte marítimo, la prolongación de los tiempos de tránsito y la previsión de interrupciones continuas en el mercado.

Implicaciones para los gestores logísticos

Para los responsables de logística, estas subidas de tarifas plantean importantes retos. El aumento de los costes de transporte repercute en el coste global de los productos vendidos, lo que puede reducir los márgenes u obligar a las empresas a repercutir estos costes en los consumidores. En un mercado global competitivo, equilibrar la eficiencia de costes y un servicio fiable es más crítico que nunca. La menor disponibilidad de contenedores agrava aún más el problema. Dado que los transportistas priorizan las rutas y los envíos en función de la rentabilidad y la viabilidad operativa, los responsables de logística pueden encontrar cada vez más difícil conseguir espacio a precios razonables, especialmente durante las temporadas altas de envíos.

Estrategias para mitigar el impacto

Para superar estos retos, los responsables de logística pueden emplear varias estrategias:

  1. Estrategia multicarrier: Contratar a varios transportistas aporta flexibilidad y poder de negociación. Al diversificar su combinación de transportistas, las empresas pueden mitigar el riesgo de escasez de capacidad y aprovechar las ofertas de tarifas competitivas.
  2. Negociaciones contractuales: En las negociaciones contractuales con los transportistas marítimos, los responsables de logística deben considerar la incorporación de cláusulas que ofrezcan flexibilidad en las rutas y garantías de capacidad. Los contratos a largo plazo pueden ofrecer mejores tarifas y prioridad de carga, lo que es crucial en condiciones de mercado difíciles.
  3. Cobertura de fletes: Algunas empresas utilizan instrumentos financieros para protegerse de subidas repentinas de las tarifas de flete. Aunque no es adecuado para todos, la cobertura puede proporcionar estabilidad de costes en mercados volátiles.
  4. Modos de transporte alternativos: Explorar alternativas al transporte marítimo, como el ferrocarril, el transporte aéreo o una combinación de soluciones multimodales, podría ofrecer opciones rentables y oportunas, especialmente para los envíos urgentes.
  5. Eficiencia en la gestión de la cadena de suministro: La racionalización de las operaciones de la cadena de suministro puede compensar parte del aumento de los costes. La consolidación de los envíos, la optimización de los niveles de inventario y la mejora de la planificación de la carga pueden suponer un ahorro considerable.

Perspectivas a largo plazo: Tránsito y consumo

Al no vislumbrarse una solución inmediata a la situación del Mar Rojo, las empresas deben prepararse para prolongar las rutas de desvío, posiblemente durante la primera mitad del año o más. Esta prolongación del tiempo de tránsito exige su incorporación a la planificación de la cadena de suministro para evitar interrupciones. Además, el crecimiento constante de la demanda de los consumidores, sobre todo en EE.UU., indica un posible aumento de los volúmenes de importación, lo que afectará aún más a la disponibilidad de contenedores y a las estrategias de distribución. Los profesionales de la logística deben mantenerse ágiles, aprovechando los datos y la información para anticiparse a los cambios en la demanda y ajustar su estrategia en consecuencia.

Gestión estratégica de contenedores y reposicionamiento

A la luz de los prolongados tiempos de tránsito, ha surgido el concepto de contenedores como «almacenes flotantes». Esta aplicación subraya la importancia de la ubicación estratégica de los contenedores por encima de su número. El reposicionamiento de los contenedores representa un coste significativo, que contribuye a la inflación de los fletes y exige un enfoque más estratégico de la gestión de los contenedores. Las empresas deben explorar soluciones innovadoras, como los contenedores plegables, para mitigar estos costes y mejorar la eficiencia de la utilización y el reposicionamiento de los contenedores.

Conclusión

Mientras el sector logístico atraviesa los retos que plantea la crisis del Mar Rojo y se prepara para la temporada alta, la importancia de la planificación estratégica, la flexibilidad y la innovación es mayor que nunca. Al comprender las implicaciones de los tiempos de tránsito prolongados, las fluctuaciones de las tarifas de flete y los patrones de demanda de los consumidores, los profesionales de la logística pueden diseñar estrategias que garanticen la resistencia y la continuidad de sus operaciones. Mediante una planificación proactiva y la adopción de soluciones innovadoras, el sector logístico puede superar estos retos y mantener el flujo comercial en un panorama mundial cada vez más complejo.

Nelson Cabrera
Nelson leads global business development efforts within ShipLilly and has been featured as a logistics expert in numerous publications, including SupplyChainBrain, The Bulletin Panama, Logistics Management, and the Miami Herald.

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